The Ligthless Angel

sábado, marzo 24, 2007

Heridas de guerra

Otra vez estoy aqui!!!
Be, este es la segunda parte del anterior que puse, pero no lo puse todo junto porque me parecía demasiado largo de leer, asi que bueno, aqui os lo dejo.
En el próximo os pondré la ficha de Yuki, que poco a poco voy haciendolas (más lentamente de lo que quiero, pero bueno).
Pos na, aqui os lo dejo ^^

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Ya son las 9:30. Nagoya y yo salimos corriendo de clase y nos metemos rápidamente en el pasillo de asignaturas obligatorias. Allí nos espera impaciente Yuki. Nos saludamos y entramos en clase. Como siempre no hay nadie. Por una vez nos alegramos de ello.
Nos sentamos donde queremos (como siempre) y empezamos a hablar.
- Lo siento mucho Akemi – dice Yuki – te he hecho tomar una decisión precipitadamente, cuando si siquiera me conoces.
- No pasa nada – dice ella – has hecho lo que creías mas conveniente para los dos – y dicho eso sonrie – espero que nos hagamos buenos amigos.
- Me alegro – digo yo – solo que ahora el único que tiene problemas soy yo.
- ¿Por qué? – dice Nagoya.
- Ahora el objeto de burlas soy yo.
- Nosotros te defenderemos – dice Yuki – conmigo no se mete nadie y con Nagoya tampoco lo harán porque es mi novia – dice guiñando un ojo – así que si se meten contigo lo verán crudo.
- ¿Y los chicos? – dice Nagoya – creo que no les ha hecho demasiada gracia que las chicas te fueran detrás y que tu las trataras así – le dice a Noel.
- Ups, es verdad – dice él.
- Felicidades genio – le digo – ahora te das cuenta. Pues la has hecho buena.
- Ahí esta – escuchamos decir a un chico.
Entonces un grupo de cuatro chicos muy altos se acercan a nosotros, y uno agarra a Yuki del cuello de la chaqueta. Nagoya y yo nos levantamos sobresaltados.
- Parad, dejad a Mikako – dice Nagoya son voz suplicante.
- Con que dejemos a Mikako, eh! –dice uno de ellos.
- Pues que deje de tocarnos las narices – dice otro.
- ¿Se puede saber que ha hecho? – digo yo con un tono tan valiente que ni me conozco.
- ¿Qué que ha hecho? – dice otro – desde que llego aquí se ha comportado como un maharajá con todo su harén de chicas detrás.
- ¿Solo eso? – dice Nagoya.
- ¿Os parece poco?
- Soltadme – dice Yuki debatiéndose.
Uno de ellos se golpea en el abdomen. Yuki cae al suelo de golpe, golpeándose también con uno de los pupitres. Yo los miro. Que mierda. Todos son mas altos que yo, tienen unas buenas espaldas y brazos, no como yo que todavía estoy hecho un enclenque. Nagoya también esta fuera de si. Se dirige a Yuki y lo sienta en uno de los pupitres y le pregunta si esta bien. Yo ya no puedo mas. En un acto de valor o de suicidio (según como se mire) me acerco al que le ha pegado a Yuki y le suelto un puñetazo en la mandíbula. El golpe ha sonado, pero no le ha hecho mucho efecto. En cambio el que me pega a mi me deja con la nariz sangrando. La única suerte que se podría decir que tengo, es que antes de dejarme el ojo morado con otro puñetazo, me quite las gafas. No soportaría rompérmelas otra vez. Nagoya chillaba para que me dejaran en paz, pero uno de ellos me agarraba con fuerza y dos practicaban boxeo conmigo de saco. Eso me pasa por valiente. Nagoya fue corriendo al que me sujetaba y empezó a arañarle pero lo único que pudo hacer es que viniera otro y la quitara de en medio. En aquel momento Yuki se levanta y le pega un monumental puñetazo al que me iba a pegar, pero en esas entraron los demás alumnos y la profesora de historia. Al ver el panorama la profesora manda a los chicos al despacho del director y a nosotros a enfermería. A mi me tienen que llevar entre Yuki, que esta hecho polvo, y Nagoya que solo tiene un moraton.
- Bueno, al menos no te han pegado a ti – le digo a Nagoya.
Al llegar a enfermería, la enfermera me hace quitar la camisa. Entonces todos ven los morados y golpes que tengo en el abdomen, pecho y demás. Las nariz me sangra por descosidos y el ojo izquierdo esta mas morado que el vino tinto. Nagoya se hecha a llorar por la presión y la impotencia. Yuki permanece de pie, a pesar de que debe tener muchos moratones. Pues que te den en el abdomen y luego que te estampen contra un pupitre no es cosa de risa.
- Ven aquí Mikako – le dice la enfermera – te curare las heridas.
- No, muchas gracias – dice él - Ya lo haré yo al llegar a mi habitación.
- Pero – dice la enfermera.
- No importa de veras – y dicho eso se dirige a Nagoya – tu quédate aquí, yo iré a dar parte al director.
Nagoya mira como Yuki se va con la mano en la cadera, porque ahí tiene un buen cardenal. Yo no estoy en posición de decir nada. Idiota. Aunque el que ha salido mas mal parado he sido yo, no veo porque no quiere que le curen. Nagoya se acerca a mi con lagrimas en los ojos.
- Siento no poder haber hecho nada – me dice.
- No pasa nada, tranquila – le digo.
Al rato nos han llevado al despacho del director. Ahora mismo lo tengo delante mía y a Yuki y a Nagoya a mi lado.
- No teníais que haberos pegado – nos dice el director.
- Lo sabemos – dice Yuki – pero empezaron ellos, agarrandome del cuello de la camisa.
- Pues no deberíais haber seguido.
- Lo siento – digo – yo fui el que siguió la pelea.
- ¿Por qué? – me dice el director.
- Porque – ahora no quería explicar lo que había sentido al ver que pegaban a mi mejor amigo, y no me salían las palabras – no pude consentirlo.
- ¿Consentir el que? – de pregunto el director.
- Consentir que hicieran daño a mis mejores amigos por una tontería, aunque el que a salido mas mal parado he sido yo.
El director me mira. No se en que piensa. De reojo miro a Yuki, que tiene una sonrisilla misteriosa en la boca.
- ¿Y tu?, Akemi Nagoya – dice el director - ¿qué has hecho para verte implicada en esto?
- Defenderles, señor. No querría que le pasara nada a ninguno de los dos.
- Entonces, por lo que veo esto es un asunto de envidia por parte de los otros.
- Si, señor – dice Akemi.
- Entonces, Nagoya vuelve a clase y Matsuda y Mikako ir a enfermería a curaos.
- Ya estamos bien – digo yo.
- No, tu no Kohji – me dice Yuki – tu ves a enfermería, ya te daré los apuntes después.
- ¿Y tu Mikako? – le pregunta el director – has venido directamente a hablar conmigo y por lo que veo todavía no has pasado por las manos de la enfermera.
- No lo necesito.
- ¿Por qué?
- Ya lo sabe, señor. Y si no le importa nosotros nos vamos.
Estabamos saliendo del despacho cuando el director dijo:
- Mikako, solo llevamos dos semanas de clase, por favor que nada parecido vuelva a repetirse.
Akemi y yo nos quedamos mirando fijamente a Yuki mientras él responde con total seriedad:
- Tranquilo señor, no volverá a suceder.Al salir del despacho Akemi y Yuki me acompañan a enfermería, después se marcharan a clase.

miércoles, marzo 21, 2007

Vida anormal


He vuelto!! muajajajajá!!!

Por fin se acabó el mes de los laboratorios y puedo volver a hoganacear todo lo que yo quiera >.<. Esto... si bien, que por fin podré escribir algo más por aqui, más que nada coaccionada por vosotros/as lo cual me alegra y me motiva a seguir escribiendo, porque con lo vaga que soy... A lo mejor un día de estos (cuando vuelva de viaje, yeah!!!) me pongo en serio y dibujo el manga, que no sé por donde empezar con la mierda de los fondos y demás... pero ya se me irá ocurriendo, de momento os dejo con una foto ficha del prota: Kohji Matsuda!!!
Por cierto, esta historia la escribi cuando yo tenía 15 añitos más o menos y ahora es cuando la estoy reeditando para escribirla aqui. Mikako antes se llamaba Noel (por eso en el anterior capitulo debe haber algún Noel suelto por ahi), pero por motivos que no adelantaré le rebautize como Yuki. Bueno, ahi va otro capitulo ^^
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Después del episodio del chichón las cosas han cambiado un poquito. Mis ojos ahora están entrenados para cualquier desastre (me pegue dos días enteros sin gafas), he conseguido que nadie se meta conmigo y me llevo bien con alguien. Aunque ese alguien no me deje entrar nunca en el baño cuando esta él.
- Vamos Yuki, los dos somos chicos. ¡Y me estoy meando encima!
- Te aguantas – me dice desde dentro – hasta que no termine de vestirme, el baño es mío.
- ¡Pero si solo quiero usar el vater! Puedes vestirte fuera.
- El baño es mío. Todo lo que haga en el baño es cosa mía, y lo sabes.
- Lo sé, pero ¡por favor!
Entonces veo que la puerta se abre y sale diciendo:
- Anda entra.
- ¡¡Gracias!!
Yo entro despavorido y él cierra la puerta. Que tío mas rarito. Siempre se las empeña para llegar el primero al baño, siempre cierra la puerta con llave y duerme con pijama grueso aunque ya empiece a hacer calor. No le entiendo. A lo mejor es muy vergonzoso y cuando pase un tiempo se le va la vergüenza.
Cuando salgo del baño, ya no esta. Pero me ha dejado una nota.
"Estoy en la cafetería, te espero allí."
Condenado Yuki, tambien se las apaña siempre para llegar antes que yo a cualquier sitio... normal si se mete en el baño antes que yo y se tira media hora!!!
Cojo la mochila y la agenda y salgo de la habitación. Pero al cerrar la puerta veo a alguien en el pasillo de enfrente haciendo lo mismo. El pasillo de enfrente es el de las chicas y lo único que lo separa del nuestro son dos puertas de cristal y la escalera que hay en medio. No la distingo muy bien, pero diría que es Nagoya. Me dirijo a la escalera para bajar abajo, que es donde esta la escalera y ella hace lo mismo. Entonces la veo bien y me saluda. Sí, es ella.
- Hola Matsuda, veo que por fin tienes gafas.
- Eh, sí – digo y pienso que ella solo me había visto con los ojos rojos – si me las trajeron ayer.
- Deberías tener unas de repuesto, por si acaso.
- Si, mi madre me dijo lo mismo.
Ella me sonrie. ¡Guay, una chica sonriéndome! Nunca pensé que lo lograría. Nagoya (no me había dado cuenta antes, porque no tenia gafas) es bien guapa. El pelo castaño, los ojos color miel y lo mas graciosa de ella eran unas pecas debajo de los ojos al igual que Yuki. Aunque a Yuki le hacen efecto de parecer una chica.
- ¿Dónde vas? – le pregunto.
- A la cafetería.
- Yo también – entonces sonrío tontamente y digo más rojo que un rábano con insolación – ¿vienes conmigo?
- Vale.
Los dos nos vamos hacia la cafetería. Cuando llegamos busco a Yuki con la mirada, pero las chicas lo han vuelto a asediar. Joder. Pienso que mejor seria ir a saludarle y ir a sentarme con Nagoya a otra parte. Pero en aquel momento veo a Yuki que se levanta con su bandeja de un humor de perros y me ve con Nagoya. Entonces al verme me mira con cara rara, pero luego sonrie y me hace una señal que indica que me siente en la mesa de al lado. Hago caso de su señal y los tres (Nagoya incluida) nos sentamos.
- No me dejan en paz – dice Yuki.
- Veo que eres muy popular – le digo.
- Pues preferiría no serlo -me dice un poco fastidiado (se queja, él no sabe lo que es ser como yo -.-)
Entonces noto que Nagoya esta algo excluida de nuestra conversación y como me siento culpable, se la presento a Yuki.
- Ah Yuki, esta chica es Akemi Nagoya.
- Encantado - dice él.
- Y él, es Yuki Mikako – digo.
- Encantada – dice ella.
- Me alegro de conocer a alguien que diga algo mas interesante que – dice Yuki fastidiado, y empieza a imitar a las demás chicas – “Ah Mikako eres muy guapo, ¿tienes novia? ¿querrías salir conmigo?
Los tres nos reímos, pues vemos que ir perseguido por mas de diez chicas no es muy gratificante para nadie, y menos para él que no tiene paciencia alguna. Cuando estábamos riéndonos de eso vemos a el mismo grupo de chicas que se acercan a nosotros, pero esta vez no van a por Yuki, y mucho menos a por mi, si no a por Nagoya.
- Nagoya – le dice una de ellas - ¿Qué haces con Mikako?
- ¿Tienes algo con él? – le pregunta otra.
- Yo... – dice Nagoya.
- Que sepas que Mikako es nuestro – le dice otra.
Un frio viento recorrio la mesa y nos dejó helados a los tres. Miro a Yuki y su aorta estaba hinchada, miro a Nagoya y parecía que se iba a echar a llorar, lo cual me asusto y me hizo sentir culpable al mismo tiempo.
- Pero si yo no... – dice la pobre Nagoys.
- No tienes derecho alguno a nada con él – siguen diciéndole.
Yo querría defenderla, pero no se como. Además, ¿por qué tendría que tener algo con Yuki? ¿No podrían haber pensado que Akemi es mi novia? Pero no, donde este Yuki, hay exitazo, y para mi tortazo. En el momento justo que yo iba a levantarme para decirles algo, yuki se levanta con una mala leche increíble y dice:
- ¡Queréis dejarla en paz! Ella no os ha hecho nada. Estoy harto de vosotras. Solo sabéis perseguir a los chicos guapos y quitaros de en medio a vuestras adversarias.
- Mikako – dice Nagoya – no importa que me defiendas.
- Si que importa – sigue Yuki – me tienen hasta el coño, digo hasta el moño, digo... hasta las narices. Además, que se aguanten porque tu eres mi novia.
- ¿¡Que!? – decimos todos al unisono.
- Si..., lo que habéis oído – dice Yuki con voz temblorosa – Nagoya y yo somos novios, a si que no me gustaría nada que la molestarais, por favor. Si no.... nunca mas os haré caso!!!
Yo miro a todos lados de la cafeteria porque estan armando un buen escandalo y Yuki no se da cuenta pero todos los chicos le miran con cara de asesinos.
- Vale – dicen, entonces las chicas se van, sorprendidas y hablando entre ellas.
En cuanto ya no están, Yuki habla con Nagoya.
- Lo siento Nagoya, pero creo que será lo mejor para las dos, digo los dos.
- Yo no quiero salir contigo – dice ella.
- No te lo estoy pidiendo – dice el – solo digo que finjamos. Mira, solo llevamos aquí menos de una semana, y ya me han pedido para salir no se cuantas chicas de esa calaña. Quiero que me dejen en paz. Y a ti por juntarte con nosotros te pondrán a caldo. Si nos hacemos “novios” a mi me dejaran en paz y no se meterán contigo.
Nagoya pone cara de pensárselo.
- Venga, esta bien – dice al cabo de un tiempo – pero nada de besos ni cosas de esas, eh!
- Tranquila - le dice – no tenia pensado besarte para nada.
- Bueno parejita – les digo mirando el reloj un poco fastidiado – tenemos que ir a clase. Ahora toca matemáticas B.
- Yo no tengo esa materia – dice Yuki– a mi me toca cultura clásica.
- Entonces, ¿cuándo nos vemos? – dice Nagoya.
- A segunda hora tenemos lengua – digo – nos veremos en el aula de lenguas a las 9:30, ¿de acuerdo?
- Vale – dice Yuki – nos vemos.
Se levanta de la silla con la maleta y sale corriendo. Espero a que Nagoya se beba su café y nos levantamos. Nos dirigimos al edificio donde dan las clases, subimos al segundo piso y nos metemos en el pasillo de ciencias. Entramos en clase y vemos que todavía no esta la profesora. Nos sentamos donde queremos, uno delante del otro.
- Matsuda – me pregunta ella - ¿Mikako es un buen chico?
- Si – le digo algo pensativo – no es mal chico. Lo que por las mañanas se apodera del baño con mucha facilidad.
Nagoya me sonrie.
- No me gusta la idea de fingir que salgo con el.
- Entonces, ¿por qué has aceptado?
En el momento preciso que Nagoya iba a contestarme entra la profesora. Vale, guay. A eso se le llama joder al alumnado, señora. Pero bueno, ya le preguntare mas tarde.
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Estas chicas.... tiene guasa que las pinte asi siendo yo una femina tambien, pero cuando eres joven y ves a las chicas de tu clase tan pavas... asi las acabas viendo xDD

domingo, diciembre 17, 2006

Precaución, amigo gafotas

El sol se filtra despacio por la ventana y sé que me tengo que levantar, pero con los ojos cerrados, imploro 5 minutos más...
- Alumno!! Como osa quedarse dormido en clase!! - me dice una voz muy grave.
Entonces me levanto inmediatamente todo asustado y me veo en pijama en mi cama, y a Mikako llorando de la risa.
- Venga dormilon, a levantarse se ha dicho - me ice con una sonrisa de oreja a oreja.
- No tiene ninguna gracia - le digo yo, y me agazapo otra vez en mi cama.
Él que ya esta vestido con el uniforme y lleva la mochila con los libros en la espalda.
- Entonces yo me voy a la cafetería a desayunar. Date prisa o llegaras tarde a clase. Recuerda que empieza la tutoría a las 9 en el aula a-2.
- Oye, tú – le digo somnoliento.
- Tranquilo – me dice – sé defenderme solo.
- Ya pero, ¿Dónde...

Antes de poder preguntarle dónde esta la cafetería, me cierra la puerta estrepitosamente. Pues vamos bien.
Me vuelvo a dormir y veo una de las chicas de ayer riendose estrepitosamente y señalandome, y todas las demas detras de ella, veo un reloj que marca las 9...
- Llego tarde!!! - digo pegando un salto de la cama.
Salgo corriendo al baño para vestirme y asearme.
No encuentro las gafas. Dichosas gafas, no pensé en ponerlas en el baño o en la mesita de noche el día anterior y por más que las busco no las encuentro. Si al menos estubiera Mikako para ayudarme...
Pero no, encima de quedarme miope no sé dónde esta la dichosa cafetería.
Cojo la chaqueta del uniforme y al colocar la cremallera se me rompe. Perfecto, uniforme roto el primer día y cegato, que exito me espera. Cojo la mochila y sin pasarme por la cafetería, no tengo tiempo para desayunar, me planto en clase. Al menos sé donde estaba la clase de tutoría, menos mal, por una veaz mi orentación no es pésima.

Llego a clase y solo hay una persona, pero al ir sin gafas no la distingo bien, solo sé que es un chico por el uniforme. Pero al hablar le reconozco.
-¡Te has dado prisa!
Es Mikako. Veo que me observa y se ríe, estoy seguro de eso, no porque sea el típico miope que sin gafas se la pega por todos sitios no soy capaz de ver eso. Además el sonido es inconfundible, esa risita burlona se me clava.
¿De que te ríes? – le pregunto algo mosqueado.
¡Mírate! – me dice – si puedes.
No me puedo ver muy bien, pero sé porque se ríe. Tengo los ojos rojos del esfuerzo de ver sin gafas, la cremallera del cuello de la chaqueta medio rota con toda la camisa que se sale del sitio, el pelo dando vueltas (ostras no me había dado cuenta, no me he peinado). Que panorama. Gracias a Dios que en la clase solo estamos nosotros dos.
Es que no he encontrado las gafas – es lo único que se me ocurre decir – y no veo.
Mikako suelta una risita.
- Yo sé donde están. Las dejaste en el mueble junto al espejo del baño.
- ¿Tengo tiempo para ir a buscarlas? - le digo desesperado.
Si, si te acuerdas del trayecto sin pegártela por ahí – (que gracioso) – tardaras cinco minutos, el tiempo justo para cojerlas, cambiarte de chaqueta y peinarte.
Salgo corriendo como un rayo a cojerlas, pero por mi mala visión la carrera acaba pronto en un choque frontal contra la puerta. Mikako se empieza a descojonar de la risa. Me armo de valor sujetando lo que será un chichón y salgo corriendo en la dirección correcta. Entretanto Mikako que se desternillaba de la risa se cae del asiento y se la pega con la mesa de atrás. Yo que oigo el ruido desde fuera no puedo evitar una sonrisa.

Llego a la habitación, busco la llave, entro y cojo las gafas. Si, estaban donde él me dijo. Antes de ponérmelas me lavo la cara y me peino, me voy al armario y busco otra chaqueta de uniforme (gracias mamá) y cuando voy a por las gafas, estas resbalan en mis manos húmedas y caen al suelo. Rezo para que no se rompan, pero al caer el crack es inconfundible. Voy a cojerlas del suelo, suplicando que solo se haya soltado una patilla, pero no. El cristal del ojo izquierdo se ha desquebrajado y el otro tiene una buena raja. Pera colmo me clavo uno de los cristales en la mano izquierda. En ocasiones como estas me encantaría tener otro par de gafas y a mi padre que es medico, pero no llego a tanto. Me saco como puedo el cristal que se me ha clavado, me lavo la herida (gracias papá por enseñarme primeros auxilios) y cuando esta vendada salgo corriendo a clase. Miro el reloj. Ni un milagro me salva ya. Han pasado diez minutos y todo el mundo debe estar en clase ya, incluido el profesor.

Entro en clase y por las caras que ponen todos, aunque no las veo muy bien, debe parecer que vengo de la guerra. Con razón. Ojos más rojos aun, pelo mojado, mano vendada y no veo na de na.
-Despídete de popularidad o de un mínimo de respeto Kohji - pienso - Con estas pintas no se te acercan ni para preguntarte la hora.
Miro a Mikako. Esta con una bolsa de hielo en la cabeza y un montón de chicas rodeándolo. Joder. Entonces me acuerdo de otra cosa. Me llevo la mano a la frente y noto un descomunal chichón. Perfecto, lo que me faltaba.
- ¿Eres Matsuda, verdad? – me dice el profesor.
- Sí - le digo todo deprimido.
- ¿Necesitas que te llevemos a la enfermería?
A pesar de no ver demasiado, puedo oír y las risitas de mis compañeros se clavaron en mi celebro. Lo que me faltaba. Miope, herido físicamente y moralmente. No sé que más me puede pasar hoy.
- No gracias – le digo y miro a Mikako medio cabreado y digo – no me vendría mal que me trajeran una bolsa de hielo para la frente.
- Ahora mismo mando a alguien que vaya a buscártela – veo que el profesor mira a los demás – Tu – dice señalando a una chica (hombre al menos se distinguir el uniforme sin gafas) que, misteriosamente no estaba donde el grupito de Noel, - ves a enfermería y trae una bolsa de hielo para Matsuya.
- Ahora mismo profesor – dice la chica.
Bueno, lo peor ya ha pasado. Ya me han visto, ya se han reído de mi y ahora una chica me traerá una bolsa de hielo. Lo malo es que cuando se acerque a mi, seguro que se echa a reír de una manera descontrolada y yo me sentiré mas insignificante aun. Voy a mi pupitre. Como están ordenados por orden de lista, razonablemente estoy delante de Mikako. Pero como manda la tradición (y eso que estamos al primer día de clase), el grupito esta sentado en mi pupitre. Anda que como me lo bollen...
Por lo que veo – dice Mikako algo sofocado – no has encontrado las gafas.
Si las he encontrado – le digo – pero ellas no me quieren y se suicidaron.
Pese a mi pésimo estado de animo y a que mi visión no fuera en aquel momento muy buena, puede ver como Noel sonreía. Pero no era una de estas sonrisas fastidiosas para burlarse de alguien (las conozco muy bien, porque se utilizan constantemente conmigo), sino ese tipo de sonrisa que se hace cuando te hace gracia algo que han dicho o la manera de decirlo que tiene la persona que ha hablado. En ese momento me sentí, a pesar de mis daños físicos y morales, bastante feliz. ¡¡En este mundo hay alguien que me considera gracioso!! Hasta la fecha siempre habían considerado gracioso mis gafas, mis patosas acciones, mi acne, mis notas (cosa que no entiendo porque son buenas).
Pero de repente volví a la realidad. La chica que había sido encargada de traerme la bolsa de hielo volvía con el encargo.
- Ten – me dijo – te he traído otra porque tienes los ojos muy rojos.
- Gracias – le dije, aunque se podía haber conformado con traerme una porque las chicas que estaban con Mikako soltaron unas risitas.
- Callaos – dijo él a las chicas – no veo que tiene de gracioso que a un compañero se le hayan roto las gafas. Si os pasara a vosotras seguro que no os reiriaís tanto.
Tanto como yo, las chicas y la chica de la bolsa nos quedamos parados.
- Además – prosiguió – no soy tonto, puedo ponerme el hielo yo solo. Sentaos en vuestros sitios y dejad de agobiarme, que va a empezar la clase.
Las chicas se fueron asombradas a sus sitios y todos los chicos miraron a Mikako con una cara un tanto rara. Como no veía muy bien no podría asegurarlo, pero para mí que era una mueca de enfado. Mikako, por su parte cogió la bolsa de hielo y se la estampo en la cabeza, apoyando el codo en la mesa y se quedo esperando a que empezara la clase. Yo me quede mirándolo algo alucinado. Me había deendido, cosa que nadie lo había echo nunca, ahora me caía aún mejor.
- Perdona – me dijo alguien que tenia delante – tus bolsas.
La chica que me trajo las bolsas de hielo, estaba con estas en las manos. Antes de que se le pusieran rojas las manos cogí las bolsas.
- Gracias - le digo sonrojado.
- De nada.
- Por cierto - le dije con todo el valor que pude reunir - ¿como te llamas?
- Akemi Nagoya.
- Yo soy Kohji Matsuda, gracias por las bolsas.
Akemi parece simpática. Por cierto todavía no le había dirigido la palabra a Mikako. Creo que este es mi gran logro. Que una chica hable conmigo antes que con otro, porque me tiene que traer una bolsa de hielo por mi gran patosidad. Mola. Bueno, algo es algo. Ahora lo mejor que puedo hacer es sonreír a esta chica que tengo enfrente, ver la cara de mal humor de Mikako y empezar la clase, porque el profesor esta mandando que nos sentemos.

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Estoy deseando dibujar la escena en la que Kohji se estampa con la pared y luego Mikako se cae del pupitre!! xDDD Me encanta el humor negro de Kohji, aunque su pesimismo a veces cansa.

viernes, diciembre 15, 2006

Se acabó la metafísica

Mi butacón es tan comodo que me da sueño. Me quedé dormida en él y casi consigo parecerme a un oso hibernando. Así que como no sé que escribir ni tengo nada que contar, os dejaré una historia que hace tiempo que tengo rondando por mi mente (la de Denkoe no, esa la reservo para darle envidia en un futuro a Joana Pol xDD). Hace tiempo que Kohji debería haber visto la luz...
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Cuando llegué al sitio donde pasaría mis próximos tres años me deprimí bastante. Ahi estaba yo, Kohji Matsuda con 15 años con mi 1,63 cm de estatura, con una maleta enorme en la mano y una bolsa a la espalda a las puertas del instituto internado.
Mi madre prácticamente me había lanzado por la puerta del coche con los trastos para darse a la fuga. Ahi estaba yo, viendo a una multitud de jovenes altos y hablando con sus familiares, amigos o compañeros, comiendome la cabeza porque no sabía donde tenía que ir.
No era la primea vez que visitaba las instalaciones, pero si la segunda, y mi pésima orientación no ayudaba, asi que me fui derecho al único sitio donde podrían ayudarme: la secretaría. De camino me tropecé con un niño.
- Eh tú!! Mira por donde vas!! - bramó.
- Lo siento - le dije pensando en lo maleducados que son los crios de hoy día.
- ¿Sabes donde han de ir los nuevos de primero? - me preguntó apresurado.
- En secretaría me han dicho que hay que ir al gimnasio, pero...
- Gracias!! - exclamo, y salió despavorido.
Aún pensé que tube suerte que del golpe no me saltaran las gafas, algo que me solía pasar con frecuencia y me daba problemas.

Llegué a mi habitación para dejar los trastos. Horror, había una litera. Eso quería decir que la habitación sería compartida, lo más seguro que con un zoquete de 2 metros de alto, que me pediría todos los días los deberes, el dinero del almuerzo, y como no, se reiría de mí estatura y mis brazos de pollo. En medio de mi angustia mire el reloj: faltaba un cuarto de hora para empezar la ceremonia y yo ahí en medio.

Al llegar al gimnasio había un gentio impresionante y como no, más altos que yo. Solo podía divisar una tarima en la cual estaba el director diciendo algo, pero solo oía los murmullos de la gente. En medio de tal caos, alguien me dio un empujón. Ya estaba maldiciendo mi suerte cuando me oí detrás mi:
- Eh!! Eres tú!!
- ¿Y quien quieres que sea? - dije mientras me giraba, harto de los tios altos, de los empujnes y las insolencias, pero me asombré, porque esta cara me sonaba - Ohh!! Eres tú!!
- ¿Y quien quieres que sea? - me dijo con una sonrisa de oreja a oreja un chico de mi estatura. Era el chico de antes, con el que me había tropezado, lo había confundido con un crío, y la verdad, yo era bajito, pero él tenía una cara un tanto afeminada. Iba a entablar conversación con él, pero el director dijo:
- Ahora podeis ir todos a vuestras habitaciones. Dentro de una hora bajad otra vez al gimnasio para cenar. Bienvenidos a todos!!!
Y dicho esto se escucho un jaleo inmenso y la gente empezo a moverse. Yo perdí de vista al chico en un intento de que no se me saltaran las gafas. Cuando por fin salí del embrollo me dirigí a mi habitación y me paré en la puerta.
- Bueno, - me dije - supongo que mi compañero ya estará ahi dentro.
Miré la placa que ponía Matsuda / Mikako.
- Esperemos que ese tal mikako no sea un tio de 2 metros sin celebro - me dije esperanzado y abrí la puerta.

Ahí estaba con una sonrisa en los labios, un chico bajito de pelo moreno enmarañado.
- Ohhh!! Eres tu!! - le dije embelesado.
- ¿ A quién esperabas? ¿ A una modelo? Siento decepcionarte.

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Como decía la placa de la puerta de nuestra habitación, se llamaba mikako. Tenía mi edad, y era un pelín más alto que yo, pero no me hacía sentir incomodo esa pequeña diferencia. Tenía el pelo por los hombros y moreno y era bastante delgado. Nos tiramos un buen rato hablando de tal manera que se nos echó la hora de la cena encima. Corrimos despavoridos hacia el gimnasio y nos sentamos en la mesa de primero. yo me senté al lado de mikako (lógico), pero él estaba sentado al lado de un montón de chicas que no dejaban de cuchichear entre si (no tan lógico). cuando pasó un rato vimos como se abalanzaban sobre mikako y le empezaban a hacer preguntas:
- ¿como te llamas? ¿cuantos años tienes? ¿que color te gusta? ¿Que musica escuchas? ¿cual es tu grupo sanguineo? ¿y tu talla e calzoncillos?
horo. El primer dia y ya tenemos un grupo de gals escandalosas pegadas al culo. Bueno al de mikako, al mio no, porque yo como siempre he pasado inarvertido y aunque normalmente me fastidie, ahora... aclamo mi victoria!!!
mikako todo sonrojado devora la cena como un poseso esperando asi quitarse de enmedio a las chicas, pero de repente se oye una musiquilla y se empiezan a aglomerar personas en medio del gimnasio.. no puede ser, un baile!!??
Me giro a mirar a mi compañero y percibo una aura enorme encima de su cabeza. Ahi estaban todas las chicas pidiendo subliminalmente que le invitaran a bailar, aunque por sus miradas lo subliminal queda lejos de la realidad. mikako me coje del brazo y sale corriendo como alma que lleva el diablo, perseguido por las chicas y nosotros con nuestras piernas de pollo no podemos alcanzar una velocidad mayor a la de ellas para evitarlas.
Llegamos al pasillo de las habitaciones de los chicos y en tono intento de desafiamiento les digo: - No podeis pasar de aqui, es el pasillo de los chicos!!!
Las miro, y veo que ni se han percatado de mi presencia, todas descaradas ellas, miraban a Mikako. Entonces con un brillo en los ojos y una sonrisa profident Mikako suelta:
- No podeis pasar de aqui, es el pasillo de los chicos.
Y ellas agachasn la cabeza con resignacion mientras que mi indignacion iba en aumento. Pero mientras se daban la vuelta una de ellas le dice:
- Tarde o temprano saldrás de tu habitación.

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Espero que os haya gustado, próximamente escribiré más. Lo juro!!!

domingo, noviembre 12, 2006

Destino, destino...

"Caminante no hay camino, se hace camino al andar" decia Machado en Campos de Castilla.
¿Pero es eso realmente cierto?
Los humanos siempre han tendido a buscar soporte en la religión y en las creencias sobrenaturales cuando no han encontrado una explicación lógica a algo que les atormenta. Ellos rearon a Dios en un intento desesperado por explicar porque el mundo es como es, y porque el ser humano es como es. La jugada les ha salido bien, porque durante mucho tiempo todo lo que no sabian se lo atribuian a caprichos de Dios, castigos, etc.
Hoy en día los humanos han averiguado muchas cosas sobre ellos mismos y la excusa de Dios se les ha quedado pequeña. Aún así, todavía mucha gente se aferra al instinto de que hay situaciones en sus vidas inevitables, marcadas, de las que no pueden hiur por mucho que luchen en contra de ellas.
Quizas es porque no pueden o no se esfuerzan lo suficiente para cambiar esas situaciones, pero la verdad, es que la vida ofrece algunos momentos en los que el humano parece nadar a contra marea de algo que le puede más. ¿Es eso el destino?
Hay algunos que creen que si, otros que no... yo no soy quien para decir más que mi opinión, e invito a dejar la vuestra.
Pienso que hay un sendero trazado, pero seguirlo o no es cosa nuestra. En ocasiones andamos por un trozo del sendero, en otras, nos salimos hacia el borde y parece que salimos un poco, pero no nos alejamos y volvemos a entrar más tarde o temprano.

Cambiando de tema, acabé mi trabajo temporal en la tierra. Esto de tener alas y interactuar con humanos tan diferentes entre sí te llena de satisfacción aunque hayan momentos agridulces. Aprendes bastantes cosas, e incluso tienes efectos secundarios... el que más me ha marcado es la Buzonfília, vamos que cada vez que veo una casa busco el buzón de esta y me emociono de mala manera si en un edificio hay muchos buzones (quiero la foto de la buzonada >.<) Espero poder bajar de nuevo a la tierra con mi ángel de alas negras cuando no tengamos tantas responsabilidades.
La recompensa, aunque no será muy sustanciosa, me dará para cuatro cosas.
Saludos a todos ^^

sábado, noviembre 11, 2006

No llevo ilusión

Yo también he podido comprovar cuan de maravilloso es trabajar en Aeki. Si señor, ese eslogan tan falso que me veo obligada a llevar cada día en mi ropa me tiene martirizada en menos medida de lo que te puede tocar después, vease tirar catalogos por las zonas más peligrosas de esta ciudad. En cierta manera es gratificante porque terminas antes, pero meterte en la zona pija es deprimente...

Todo esto me hizo pensar lo realmente asqueroso que puede llegar a ser el capitalismo. Tirar papelillos de estos en lugares que por metro cuadrado vive un cumulo de gente considerable (por no contar el estado del edificio, el olor...) te hace pensar que tienes suerte de vivir donde vives y en las condiciones que vives. Vamos que algunos deben ir desesperados por encontrar curro para poder zampar y aqui mas de uno trabajando para sus caprichitos (en los cuales me incluyo yo). En cambio cuando te llevan a la zona pija y ves todos esos chalets, todas esas piscinas, todos esos jardines... toda esa pasta... a mi personalmente me da asquito tanta hipocresia social, tanto cartelito de "no queremos publicidad" tantas miradas despectivas, tantas casas vacias durante el año porque sus propietarios no son de este pais y solo las usan para cuatro dias al año, mientras a mi me duele pensar todas las inyeciones, analisis y demas cosas que tendré que hacer para poder pagarme un hogar de una calidad practicamente igual que donde ahora habito.
El comunismo tampoco es la solución a ste problema. La solución, ¿cual sería? No lo sé, pero tampoco puedo dar la vista gorda a un problema como este. Aún doy gracias de que exista la clase media, porque tanta bipolaridad me daría vomitera.

Curiosos humanos, vivimos amargados por si estamos solos en el universo, y no miramos por el bien de nuestros iguales de hoy, ni por los de mañana...

Espero que este escrito si que se quede, porque no sé que fue del último que escribí, que se borró magicamente -.-UU

jueves, noviembre 02, 2006

Retomando el hilo...

Hacía tiempo que no escribía nada, más bien porque mi mente estaba ocupada en otras tareas que no me permitian relajarme en mi butacón aterciopelado y disfrutar del sonido de la pluma rasgando el papel.
Durante estos días, la Congregación Celestial ha tenido que hacer, lo que llaman los humanos, "un viaje de negocios" y aunque entonces todavía no me habían sido concedidas las alas he podido asistir. Ha sido realmente apotéosico y ansio poder volver con más poder acumulado.

Despues de lo que me parecieron siglos me han sido concedidas las alas. Son blancas, tan relucientes como la luz; y suaves, tanto que tengo miedo de que se rompan al abrirlas y batirlas al aire. Hoy por fin, soy un ser alado. Me he sentido tan orgullosa que no podía disumular ante mis semejantes mi satisfacción por haber llegado a la cumbre, pero más cruda es la realidad.
Uno de mis compañeros de la Congregación me preguntó que se siente al tener recien puestas las alas, mas yo solo he podido pensar: Tenerlas está bien... pero he de aprender a usarlas.

Hoy me he vuelto a quedar sorprendida ante el poder innato de los humanos de expresar sensaciones. Los ángeles no sufrimos ni padecemos, ni tenemos glorias ni alegrias; solo sabemos obedecer y aprender. Así pues yo aprendo día a día de estos seres tan curiosos y me vuelvo a sorprender de como dentro de una persona pueden caber sensaciones tan dispares y tan polares que ni ellos mismos son capaces de expresar. Mas, como no, inventaron un mecanismo llamado "música" de la cual dicen que somos inspiradores (ya, ¿inspiradores de qué?) y leyendo su mensaje parece que comprendemos más facilmente esa endabliada situación por la que pasa su escritor.

Mi sereno vuelve a las andadas y mi vela se aproxima a su fin. Pero antes plasmaré una de las letras que os menciono.
Saludos

The Offspring - Feelings
Feelings...
Nothing more than feelings
Trying to forget my...
Feelings of hate
Imagine...Beating on your face
Trying to forget my...
Feelings of hate

Feelings
For all my life I’ll feel it
I wish I'd never met you
You'll make me sick again

Chorus
Feelings, whoah!
Feelings,whoah!
Feelings
Hate on my mind
Feelings!

Feelings like I never liked you
Feelings like I want to kill you
Live in my heart

Feelings!
Feelings like I wanna deck you
Feelings like I've gotta get you
Out of my life

Feelings, whoah!
FeelingsWhoah!
FeelingsHate's in my eyes
Feelings, whoah!
FeelingsWhoah!
FeelingsYou're not very nice...

Go!...

Feelings, whoah!
FeelingsWhoah!
FeelingsHate’s on my mind
Feelings, whoah!
FeelingsWhoah!
FeelingsGet out of my life
Feelings, whoah!
Feelings Whoah!
Feelings (slower) Get out of my life...