The Ligthless Angel

martes, octubre 17, 2006

Impresionada

Hoy he visto algo que realmente me ha impactado.
Venía yo de Palma habiendo cojiendo el bus 5 en la avenida alemania y en la plaza españa subió al bus una mujer que... Dios mio, es increible como puede estar alguien así...
No sé que edad tendría... entre 35 y 40 años supongo. Su ropa denotaba una baja clase social y no olía ciertamente a rosas más bien a humo y mugre.
Pero al margen de eso, era discapacitada. Imaginad la situación. Cada paso para ella era una odisea, pues no levantaba su piernas para andar, sino las arrastraba y solo tenía como soporte una muleta. ¡Una muleta! Me ha enternecido un señor mayor que le ha dejado el asiento, mientras que a tranca y barranca este señor y yo le hemos ayudado a sentarse. Otra odisea para todos: llegar al asiento, sentarle, acomodarle... cuando estaba casi sentada hemos llegado al desvio subterraneo que hay para llegar a Nuredunna y casi se vuelca encima mio, la he tenido que sujetar.
La mujer ha agradecido al señor y a mí la ayuda. Incluso me ha contado que lleva 11 años llendo a Son Dureta y no le habían echo un diagnostico. Solo le habían dicho que de cadera para abajo era discapacitada, y que tenía la cadera 4 cm desplazada del sitio. Alucinante. Imagino que si que le habrán dado algún diagnostico previo (ya que todo enfermo tiende a exagerar un poco). Pero me consterna que alguien que necesitaba ayuda para bajar del autobus (otra odisea en la que el busero ha estado un rato esperando) no reciba un tratamiento adecuado, o al menos una ayuda para hacer más cómoda su vida.
Lo más alucinante es que... ¡¡¡solo ha estado dos paradas dentro del bus!!!
Esto no es un cuento o relato como los dos anteriores, es algo real que me ha pasado. ante mi sorpresa e indignación, quisiera quejarme al mundo pero... no sé bien que hacer.
Al menos espero que cuando leaís esto penséis que somos afortunados de poder valernos por nosotros mismos.
Saludos

domingo, octubre 15, 2006

Comunicación

Desde mi cómoda butaca forrada de terciopelo azul contemplo la ciudad de Amlap. Veo a los mortales en su curiosa faceta comunicativa y me rio de ellos.
Durante siglos han intentado emular a Dios con sus artes mágicas, o como ellos las llaman, tecnología, ciencia... Supuestamente el desarrollo de estas artes les debería hacer la vida más fácil, pero aún veo un gran desajuste en ellas.
Esa mágia con la que se comunican a distancia les permite hablar con sus semejantes aunque se hayen separados por muchos kilometros. Lo que más llama la antención no es el asombroso avance que han logrado en sus técnicas mágicas, sino en el sello personal que sigue habiendo en ellas.
Ese sello consiste en algo tan simple como antiguo en ellos: la distorsión entre los mensajes. Por mucho instrumental que haya se sigue utilizando el sistema de encadenamiento; y cuando un mensaje sale de la boca de uno, al llegar a otro ya está totalmente distorsionado. Sin contar por supuesto con esa facultad que diferencia a los humanos de los ángeles llamada maldad, que distorsiona aún más los mensajes.
Por eso me rio de ellos desde mi elevada posición, pues creen haber llegado a la cima comunicativa, y siguen creando malentendidos tan simples como esos.

viernes, octubre 13, 2006

Presentación

Bienvenidos seaís a mi blog. Lo he creado en un momento de aburrimiento y aprovechando el tirón que dá el pack DUO de timofónica recién puesto.
No sé bien bien que saldrá de aqui, pero muchas paranoias mías, algún relato... ya veremos.
Como tengo poco tiempo, dejo paso a mi relato, y buenas noches ^^

Hacía ya tiempo que mi pluma deseaba rasgar el suave papel en el cual me hayo escribiendo. Mi vela está proxima a extinguirse, así que me apresuro a contar la historia que quería relatar, antes que la voz del sereno me despiste de mi trabajo.
No hace mucho que había un joven en el que la luz se reflejaba en su mirar. No era bello físicamente, su belleza interna irradiaba su alrededor y por ello y otras cosas similares era objeto de bufas y burlas; pero él seguía su camino adelante sin importar nada, mas que él mismo.
Era noble y educado, y muchos adultos admiraban su compostura y madurez, pese a que él mismo no se percatara de sus cualidades. Aún así, seguía siendo un vulgar humano. Así pues, este joven tropezó con una piedra enorme en su prometedor camino: una droga.
Al principio no parecía haber cambiado nada en él. Es más, parecía irradiar con más fuerza aún su luz, su mirar y parecía poseedor de la más deseada dicha. Pero un día sin más cayó y toda la luz, la madurez, el saber estar parecieron desplomarse como un castillo de naipes con un ligero soplo. Él busco el porqué de ese cambio, y quedó sin saberlo pero no pudo dejar la droga. Cada día lo consumía más y más y no podía pasar el día sin pensar en volver a tomar de esa droga.
Hasta que un día se desplomó del todo, quedo en estado lantente y pensó que sería el fin...
En su cabeza oía voces que decían que no lo superaría, otras que lo animaban. Recordó lo que era, se puso en pie y empezó a caminar, como si nunca hubiera pasado nada.
Mucho le costó llegar donde ahora está, y desde mi cielo puedo aún ver a este humano luchado por sí mismo, para superar su tropezón y todos los que la vida le depara.