The Ligthless Angel

sábado, marzo 24, 2007

Heridas de guerra

Otra vez estoy aqui!!!
Be, este es la segunda parte del anterior que puse, pero no lo puse todo junto porque me parecía demasiado largo de leer, asi que bueno, aqui os lo dejo.
En el próximo os pondré la ficha de Yuki, que poco a poco voy haciendolas (más lentamente de lo que quiero, pero bueno).
Pos na, aqui os lo dejo ^^

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Ya son las 9:30. Nagoya y yo salimos corriendo de clase y nos metemos rápidamente en el pasillo de asignaturas obligatorias. Allí nos espera impaciente Yuki. Nos saludamos y entramos en clase. Como siempre no hay nadie. Por una vez nos alegramos de ello.
Nos sentamos donde queremos (como siempre) y empezamos a hablar.
- Lo siento mucho Akemi – dice Yuki – te he hecho tomar una decisión precipitadamente, cuando si siquiera me conoces.
- No pasa nada – dice ella – has hecho lo que creías mas conveniente para los dos – y dicho eso sonrie – espero que nos hagamos buenos amigos.
- Me alegro – digo yo – solo que ahora el único que tiene problemas soy yo.
- ¿Por qué? – dice Nagoya.
- Ahora el objeto de burlas soy yo.
- Nosotros te defenderemos – dice Yuki – conmigo no se mete nadie y con Nagoya tampoco lo harán porque es mi novia – dice guiñando un ojo – así que si se meten contigo lo verán crudo.
- ¿Y los chicos? – dice Nagoya – creo que no les ha hecho demasiada gracia que las chicas te fueran detrás y que tu las trataras así – le dice a Noel.
- Ups, es verdad – dice él.
- Felicidades genio – le digo – ahora te das cuenta. Pues la has hecho buena.
- Ahí esta – escuchamos decir a un chico.
Entonces un grupo de cuatro chicos muy altos se acercan a nosotros, y uno agarra a Yuki del cuello de la chaqueta. Nagoya y yo nos levantamos sobresaltados.
- Parad, dejad a Mikako – dice Nagoya son voz suplicante.
- Con que dejemos a Mikako, eh! –dice uno de ellos.
- Pues que deje de tocarnos las narices – dice otro.
- ¿Se puede saber que ha hecho? – digo yo con un tono tan valiente que ni me conozco.
- ¿Qué que ha hecho? – dice otro – desde que llego aquí se ha comportado como un maharajá con todo su harén de chicas detrás.
- ¿Solo eso? – dice Nagoya.
- ¿Os parece poco?
- Soltadme – dice Yuki debatiéndose.
Uno de ellos se golpea en el abdomen. Yuki cae al suelo de golpe, golpeándose también con uno de los pupitres. Yo los miro. Que mierda. Todos son mas altos que yo, tienen unas buenas espaldas y brazos, no como yo que todavía estoy hecho un enclenque. Nagoya también esta fuera de si. Se dirige a Yuki y lo sienta en uno de los pupitres y le pregunta si esta bien. Yo ya no puedo mas. En un acto de valor o de suicidio (según como se mire) me acerco al que le ha pegado a Yuki y le suelto un puñetazo en la mandíbula. El golpe ha sonado, pero no le ha hecho mucho efecto. En cambio el que me pega a mi me deja con la nariz sangrando. La única suerte que se podría decir que tengo, es que antes de dejarme el ojo morado con otro puñetazo, me quite las gafas. No soportaría rompérmelas otra vez. Nagoya chillaba para que me dejaran en paz, pero uno de ellos me agarraba con fuerza y dos practicaban boxeo conmigo de saco. Eso me pasa por valiente. Nagoya fue corriendo al que me sujetaba y empezó a arañarle pero lo único que pudo hacer es que viniera otro y la quitara de en medio. En aquel momento Yuki se levanta y le pega un monumental puñetazo al que me iba a pegar, pero en esas entraron los demás alumnos y la profesora de historia. Al ver el panorama la profesora manda a los chicos al despacho del director y a nosotros a enfermería. A mi me tienen que llevar entre Yuki, que esta hecho polvo, y Nagoya que solo tiene un moraton.
- Bueno, al menos no te han pegado a ti – le digo a Nagoya.
Al llegar a enfermería, la enfermera me hace quitar la camisa. Entonces todos ven los morados y golpes que tengo en el abdomen, pecho y demás. Las nariz me sangra por descosidos y el ojo izquierdo esta mas morado que el vino tinto. Nagoya se hecha a llorar por la presión y la impotencia. Yuki permanece de pie, a pesar de que debe tener muchos moratones. Pues que te den en el abdomen y luego que te estampen contra un pupitre no es cosa de risa.
- Ven aquí Mikako – le dice la enfermera – te curare las heridas.
- No, muchas gracias – dice él - Ya lo haré yo al llegar a mi habitación.
- Pero – dice la enfermera.
- No importa de veras – y dicho eso se dirige a Nagoya – tu quédate aquí, yo iré a dar parte al director.
Nagoya mira como Yuki se va con la mano en la cadera, porque ahí tiene un buen cardenal. Yo no estoy en posición de decir nada. Idiota. Aunque el que ha salido mas mal parado he sido yo, no veo porque no quiere que le curen. Nagoya se acerca a mi con lagrimas en los ojos.
- Siento no poder haber hecho nada – me dice.
- No pasa nada, tranquila – le digo.
Al rato nos han llevado al despacho del director. Ahora mismo lo tengo delante mía y a Yuki y a Nagoya a mi lado.
- No teníais que haberos pegado – nos dice el director.
- Lo sabemos – dice Yuki – pero empezaron ellos, agarrandome del cuello de la camisa.
- Pues no deberíais haber seguido.
- Lo siento – digo – yo fui el que siguió la pelea.
- ¿Por qué? – me dice el director.
- Porque – ahora no quería explicar lo que había sentido al ver que pegaban a mi mejor amigo, y no me salían las palabras – no pude consentirlo.
- ¿Consentir el que? – de pregunto el director.
- Consentir que hicieran daño a mis mejores amigos por una tontería, aunque el que a salido mas mal parado he sido yo.
El director me mira. No se en que piensa. De reojo miro a Yuki, que tiene una sonrisilla misteriosa en la boca.
- ¿Y tu?, Akemi Nagoya – dice el director - ¿qué has hecho para verte implicada en esto?
- Defenderles, señor. No querría que le pasara nada a ninguno de los dos.
- Entonces, por lo que veo esto es un asunto de envidia por parte de los otros.
- Si, señor – dice Akemi.
- Entonces, Nagoya vuelve a clase y Matsuda y Mikako ir a enfermería a curaos.
- Ya estamos bien – digo yo.
- No, tu no Kohji – me dice Yuki – tu ves a enfermería, ya te daré los apuntes después.
- ¿Y tu Mikako? – le pregunta el director – has venido directamente a hablar conmigo y por lo que veo todavía no has pasado por las manos de la enfermera.
- No lo necesito.
- ¿Por qué?
- Ya lo sabe, señor. Y si no le importa nosotros nos vamos.
Estabamos saliendo del despacho cuando el director dijo:
- Mikako, solo llevamos dos semanas de clase, por favor que nada parecido vuelva a repetirse.
Akemi y yo nos quedamos mirando fijamente a Yuki mientras él responde con total seriedad:
- Tranquilo señor, no volverá a suceder.Al salir del despacho Akemi y Yuki me acompañan a enfermería, después se marcharan a clase.

miércoles, marzo 21, 2007

Vida anormal


He vuelto!! muajajajajá!!!

Por fin se acabó el mes de los laboratorios y puedo volver a hoganacear todo lo que yo quiera >.<. Esto... si bien, que por fin podré escribir algo más por aqui, más que nada coaccionada por vosotros/as lo cual me alegra y me motiva a seguir escribiendo, porque con lo vaga que soy... A lo mejor un día de estos (cuando vuelva de viaje, yeah!!!) me pongo en serio y dibujo el manga, que no sé por donde empezar con la mierda de los fondos y demás... pero ya se me irá ocurriendo, de momento os dejo con una foto ficha del prota: Kohji Matsuda!!!
Por cierto, esta historia la escribi cuando yo tenía 15 añitos más o menos y ahora es cuando la estoy reeditando para escribirla aqui. Mikako antes se llamaba Noel (por eso en el anterior capitulo debe haber algún Noel suelto por ahi), pero por motivos que no adelantaré le rebautize como Yuki. Bueno, ahi va otro capitulo ^^
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Después del episodio del chichón las cosas han cambiado un poquito. Mis ojos ahora están entrenados para cualquier desastre (me pegue dos días enteros sin gafas), he conseguido que nadie se meta conmigo y me llevo bien con alguien. Aunque ese alguien no me deje entrar nunca en el baño cuando esta él.
- Vamos Yuki, los dos somos chicos. ¡Y me estoy meando encima!
- Te aguantas – me dice desde dentro – hasta que no termine de vestirme, el baño es mío.
- ¡Pero si solo quiero usar el vater! Puedes vestirte fuera.
- El baño es mío. Todo lo que haga en el baño es cosa mía, y lo sabes.
- Lo sé, pero ¡por favor!
Entonces veo que la puerta se abre y sale diciendo:
- Anda entra.
- ¡¡Gracias!!
Yo entro despavorido y él cierra la puerta. Que tío mas rarito. Siempre se las empeña para llegar el primero al baño, siempre cierra la puerta con llave y duerme con pijama grueso aunque ya empiece a hacer calor. No le entiendo. A lo mejor es muy vergonzoso y cuando pase un tiempo se le va la vergüenza.
Cuando salgo del baño, ya no esta. Pero me ha dejado una nota.
"Estoy en la cafetería, te espero allí."
Condenado Yuki, tambien se las apaña siempre para llegar antes que yo a cualquier sitio... normal si se mete en el baño antes que yo y se tira media hora!!!
Cojo la mochila y la agenda y salgo de la habitación. Pero al cerrar la puerta veo a alguien en el pasillo de enfrente haciendo lo mismo. El pasillo de enfrente es el de las chicas y lo único que lo separa del nuestro son dos puertas de cristal y la escalera que hay en medio. No la distingo muy bien, pero diría que es Nagoya. Me dirijo a la escalera para bajar abajo, que es donde esta la escalera y ella hace lo mismo. Entonces la veo bien y me saluda. Sí, es ella.
- Hola Matsuda, veo que por fin tienes gafas.
- Eh, sí – digo y pienso que ella solo me había visto con los ojos rojos – si me las trajeron ayer.
- Deberías tener unas de repuesto, por si acaso.
- Si, mi madre me dijo lo mismo.
Ella me sonrie. ¡Guay, una chica sonriéndome! Nunca pensé que lo lograría. Nagoya (no me había dado cuenta antes, porque no tenia gafas) es bien guapa. El pelo castaño, los ojos color miel y lo mas graciosa de ella eran unas pecas debajo de los ojos al igual que Yuki. Aunque a Yuki le hacen efecto de parecer una chica.
- ¿Dónde vas? – le pregunto.
- A la cafetería.
- Yo también – entonces sonrío tontamente y digo más rojo que un rábano con insolación – ¿vienes conmigo?
- Vale.
Los dos nos vamos hacia la cafetería. Cuando llegamos busco a Yuki con la mirada, pero las chicas lo han vuelto a asediar. Joder. Pienso que mejor seria ir a saludarle y ir a sentarme con Nagoya a otra parte. Pero en aquel momento veo a Yuki que se levanta con su bandeja de un humor de perros y me ve con Nagoya. Entonces al verme me mira con cara rara, pero luego sonrie y me hace una señal que indica que me siente en la mesa de al lado. Hago caso de su señal y los tres (Nagoya incluida) nos sentamos.
- No me dejan en paz – dice Yuki.
- Veo que eres muy popular – le digo.
- Pues preferiría no serlo -me dice un poco fastidiado (se queja, él no sabe lo que es ser como yo -.-)
Entonces noto que Nagoya esta algo excluida de nuestra conversación y como me siento culpable, se la presento a Yuki.
- Ah Yuki, esta chica es Akemi Nagoya.
- Encantado - dice él.
- Y él, es Yuki Mikako – digo.
- Encantada – dice ella.
- Me alegro de conocer a alguien que diga algo mas interesante que – dice Yuki fastidiado, y empieza a imitar a las demás chicas – “Ah Mikako eres muy guapo, ¿tienes novia? ¿querrías salir conmigo?
Los tres nos reímos, pues vemos que ir perseguido por mas de diez chicas no es muy gratificante para nadie, y menos para él que no tiene paciencia alguna. Cuando estábamos riéndonos de eso vemos a el mismo grupo de chicas que se acercan a nosotros, pero esta vez no van a por Yuki, y mucho menos a por mi, si no a por Nagoya.
- Nagoya – le dice una de ellas - ¿Qué haces con Mikako?
- ¿Tienes algo con él? – le pregunta otra.
- Yo... – dice Nagoya.
- Que sepas que Mikako es nuestro – le dice otra.
Un frio viento recorrio la mesa y nos dejó helados a los tres. Miro a Yuki y su aorta estaba hinchada, miro a Nagoya y parecía que se iba a echar a llorar, lo cual me asusto y me hizo sentir culpable al mismo tiempo.
- Pero si yo no... – dice la pobre Nagoys.
- No tienes derecho alguno a nada con él – siguen diciéndole.
Yo querría defenderla, pero no se como. Además, ¿por qué tendría que tener algo con Yuki? ¿No podrían haber pensado que Akemi es mi novia? Pero no, donde este Yuki, hay exitazo, y para mi tortazo. En el momento justo que yo iba a levantarme para decirles algo, yuki se levanta con una mala leche increíble y dice:
- ¡Queréis dejarla en paz! Ella no os ha hecho nada. Estoy harto de vosotras. Solo sabéis perseguir a los chicos guapos y quitaros de en medio a vuestras adversarias.
- Mikako – dice Nagoya – no importa que me defiendas.
- Si que importa – sigue Yuki – me tienen hasta el coño, digo hasta el moño, digo... hasta las narices. Además, que se aguanten porque tu eres mi novia.
- ¿¡Que!? – decimos todos al unisono.
- Si..., lo que habéis oído – dice Yuki con voz temblorosa – Nagoya y yo somos novios, a si que no me gustaría nada que la molestarais, por favor. Si no.... nunca mas os haré caso!!!
Yo miro a todos lados de la cafeteria porque estan armando un buen escandalo y Yuki no se da cuenta pero todos los chicos le miran con cara de asesinos.
- Vale – dicen, entonces las chicas se van, sorprendidas y hablando entre ellas.
En cuanto ya no están, Yuki habla con Nagoya.
- Lo siento Nagoya, pero creo que será lo mejor para las dos, digo los dos.
- Yo no quiero salir contigo – dice ella.
- No te lo estoy pidiendo – dice el – solo digo que finjamos. Mira, solo llevamos aquí menos de una semana, y ya me han pedido para salir no se cuantas chicas de esa calaña. Quiero que me dejen en paz. Y a ti por juntarte con nosotros te pondrán a caldo. Si nos hacemos “novios” a mi me dejaran en paz y no se meterán contigo.
Nagoya pone cara de pensárselo.
- Venga, esta bien – dice al cabo de un tiempo – pero nada de besos ni cosas de esas, eh!
- Tranquila - le dice – no tenia pensado besarte para nada.
- Bueno parejita – les digo mirando el reloj un poco fastidiado – tenemos que ir a clase. Ahora toca matemáticas B.
- Yo no tengo esa materia – dice Yuki– a mi me toca cultura clásica.
- Entonces, ¿cuándo nos vemos? – dice Nagoya.
- A segunda hora tenemos lengua – digo – nos veremos en el aula de lenguas a las 9:30, ¿de acuerdo?
- Vale – dice Yuki – nos vemos.
Se levanta de la silla con la maleta y sale corriendo. Espero a que Nagoya se beba su café y nos levantamos. Nos dirigimos al edificio donde dan las clases, subimos al segundo piso y nos metemos en el pasillo de ciencias. Entramos en clase y vemos que todavía no esta la profesora. Nos sentamos donde queremos, uno delante del otro.
- Matsuda – me pregunta ella - ¿Mikako es un buen chico?
- Si – le digo algo pensativo – no es mal chico. Lo que por las mañanas se apodera del baño con mucha facilidad.
Nagoya me sonrie.
- No me gusta la idea de fingir que salgo con el.
- Entonces, ¿por qué has aceptado?
En el momento preciso que Nagoya iba a contestarme entra la profesora. Vale, guay. A eso se le llama joder al alumnado, señora. Pero bueno, ya le preguntare mas tarde.
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Estas chicas.... tiene guasa que las pinte asi siendo yo una femina tambien, pero cuando eres joven y ves a las chicas de tu clase tan pavas... asi las acabas viendo xDD